HISTORIAS QUE LEVANTAN EL ÁNIMO
por elcantodelcuco
Se me van amontonando sobre la mesa historias pendientes, que alguno considerará pequeñas, a las que voy a dar salida hoy antes de que se me traspapelen y se pierdan. Primero porque son historias hermosas, positivas y capaces, creo, de despertar la curiosidad. Y segundo porque tienen que ver con el mundo rural, que es, como se sabe, donde acostumbra a cantar el cuco. Son notas sueltas, aparentemente inconexas, que han llegado en las últimas semanas a mi correo o que he leído en alguna parte. A mí me parece que cada una de ellas y todas en conjunto, en ramillete, ayudan a levantar el ánimo, que no es poco en los tiempos que corren.
La primera me la manda Chiqui pensando en Sarnago y en la iglesia derruida. En Isaba (Navarra) las copiosas nevadas del invierno pasado hundieron las cubiertas de la casa del ermitaño y del corral que forman parte del conjunto artístico de la ermita de Idoya, santuario construido en el siglo XVI, y los vecinos, ni cortos ni perezosos, se han puesto manos a la obra, lo mismo que en Sarnago con las hacenderas, y además han echado mano de la ley de Mecenazgo que rige en esa comunidad foral y ya han conseguido casi la mitad del presupuesto del proyecto de reparación. Moraleja: A ver cuándo la anunciada ley del Mecenazgo se pone en marcha de una vez en España. Así podría evitarse quizá el hundimiento irreparable de docenas de iglesias de traza románica en las Tierras Altas, de castillos, viejos puentes y casonas antiguas, todo un patrimonio ahora en ruinas o en peligro. Y lo mismo en el resto de la España despoblada.
La siguiente historia ocurre en un pueblo del sur de Alemania, cerca de la frontera con Austria. Se llama Wildpoldsried y se ha hecho famoso en medio mundo. Hace veinte años, en este pueblo de ganaderos, las cosas no iban bien. No había trabajo y los jóvenes emigraban a la ciudad. La gente estaba preocupada. Un día se juntaron los vecinos y decidieron hacer entre todos una lista de necesidades. Era lo más parecido a una carta a los Reyes Magos. Tendrían que pasar dos o tres generaciones para conseguirlo, decían los más escépticos. Sin embargo, en diez años se han cumplido con creces todos sus sueños. Lo han conseguido mediante una revolución energética, con la implantación de energías renovables. Aprovechando las generosas leyes alemanas, que favorecen las energías limpias, han conseguido producir siete veces más energía -eólica, solar, biomasa…- que la que consumen, y ahora los pequeños productores venden a buen precio sus excedentes a la red eléctrica. Esto ha traído al pueblo un río de riqueza que no cesa. No es una metáfora: las boñigas de las vacas se convierten allí en oro.
Esta tercera historia es mucho más cercana. Ocurre en Garray, junto al Duero, al pie de Numancia, a las afueras de Soria. Un emprendedor, casi un visionario, llamado Luis Corella, ha creado allí, en la entrada del campillo de Buitrago – el espacio que le parecía a Machado un “ pardo sayal de campesina”- un campo de rosas. Aunque parezca un cuento, de allí sale cada día un camión cargado de rosas camino de Holanda. Y en el mercado mayorista de Aalsmeer, junto a Ámsterdan, las rosas sorianas se distribuyen a medio mundo. Cada día en este invernadero de Garray, de catorce hectáreas, que da empleo a unas trescientas personas, se cortan cien mil rosas rojas, “Red Naomi”, las más hermosas, de tallo muy largo y cerca de ochenta pétalos. El cielo limpio y el número de horas de sol -2.200 horas más de luz que en Holanda, presume Corella- atraviesa el techo de vidrio del invernadero y es la clave del prodigio y del original e inesperado negocio.
En fin, la última historia es más inmaterial, pero no menos importante y aún más poética. Fermín Herrero, el más grande poeta castellano de esta generación, último Premio de las Letras de Castilla y León, natural de Ausejo, a dos tiros de piedra del campo de las rosas, me manda por correo su último libro, titulado “Sin ir más lejos” (la verdad es que no puede ser más cercano, una delicia que no tiene precio), con la siguiente dedicatoria: “Estos poemillas de nuestra pobre tierra soriana son para Abel Hernández, que siente la misma emoción que yo al traspasar el alto de Oncala, él porque divisa la Alcarama, en mi caso porque mi madre nació a un lado del puerto y mi padre al otro. Con todo el afecto y la admiración hacia su obra de la que tanto he aprendido y con la que tanto he disfrutado”. ¡Ahí tienen a un amigo generoso! A propósito del cielo limpio, acerado y azul de Soria que ayuda, por lo visto, a crecer las rosas, reproduzco aquí estos versos suyos, que vienen al caso:
Este cielo de frío, limpio como
una patena. Ocho días de cierzo
han dejado un azul altísimo, todo
tersura, lucidez, acaso certidumbre.
Buenas historias y todas dicen algo. Lo de las rosas de Soria es algo casi de milagro, pero mira cómo si uno se pone a algo, al final sale el fruto.
La gran hacendera sería levantar la iglesia de Sarnago, esa sí que sería buena y la que de verdad daría un gran impulso. Como el mundo está como está cualquier giro es posible. Quién sabe si dentro de cien o doscientos años hay un regreso a las tierras deshabitadas. Nunca se sabe.
No me parece descabellado. El mundo da muchas vueltas, ¡y cada vez más aceleradas! Si no nos estrellamos, todo es posible.
Pues tu tercera historia de rosas me ha recordado la de esta pareja que se instala en un terreno supuestamente árido del que ha brotado un hermoso jardín de lirios y tulipanes
Una pareja de jubilados ingleses muy inquietos y creativos. Christine Lomer y Nick Brown, de 64 y 76 años, comenzaron a dar vida a su pequeño paraíso cuando se instalaron en Marnes, hace poco más de una década. “El ruido de las obras en la casa era espantoso y buscando un poco de tranquilidad comencé a plantar los primeros lirios”, explica Christine. Así nació el Jardín Secreto, una de las estancias más coquetas y recogidas de este espacio natural de casi 20.000 metros cuadrados.
https://elpais.com/ccaa/2012/04/29/valencia/1335722060_346334.html
Una preciosa historia, sí señor. Y que viene muy a cuento.
Dejo enlace a la Entrada que les dediqué el año pasado en mi blog de flores
«La esperanza hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ningún lado», decía Ovidio.
A lo mejor consigue llegar a tierra, como el náufrago de García Márquez, o alguien pasa y le rescata. Hay que seguir braceando y nunca debemos perder la esperanza, Mireya.
No hay como querer para poder poder. En las rosas de Garray trabaja mi nuera y buena parte de su familia, y cuando nos juntamos para alguna celebración, surgen las anécdotas, los buenos y los malos ratos vividos en los invernaderos. Admiro mucho ese trabajo callado y lleno de sacrificio de ir eligiendo, despuntando, cortando, haciendo crecer cada flor. Un trabajo cansado y poco valorado que está dando de comer a muchas familias. Igual que la empresa de las manzanas Nufri, de La Rasa.
Sí, el campo de manzanas de La Rasa es otra hermosura. A ver si cunde el ejemplo y Soria va levantando cabeza. Parece que se puede.
Recientemente he leído con agrado la noticia de la recuperación y reubicación en la concatredal de San Pedro, de la pila bautismal románica de la iglesia del pueblo abandonado de Sauquillo de Alcázar. Sin duda es una excelente historia. Sin embargo, mi satisfacción es incompleta porque considero que la recuperación es parcial. En efecto, en esa misma iglesia, a la que accedí este verano con solo empujar la puerta, permanece el retablo del altar mayor accesible a cualquier desaprensivo (ver enlace). Aunque ya han desaparecido varias pinturas sobre tabla, existen otras que todavía se está a tiempo de salvar, al igual que la estructura general del retablo neoclásico. Con un coste muy reducido y un mínimo esfuerzo de colaboración por parte de quien corresponda (Junta, Obispado, Cultura…), sería posible salvar esta obra de arte, desmontándola y trasladándola a un lugar adecuado o a la iglesia o ermita de un pueblo próximo habitado de la comarca. La desidia y el abandono de este patrimonio artístico legado por nuestros antepasados, y tan cuidado en otras latitudes, dice muy poco en favor de Soria y sus instituciones.
Enlace que no ha salido en el anterior comentario (copiar y pegar en la barra del navegador):
subefotos.com/ver/?632e1c96fcc1cd0f827f1c03bbb7469bo.jpg
A ver si llega tu valiosa advertencia a quien tiene que llegar. ¡Cuánto desastre irreparable está ocurriendo en silencio en nuestra tierra!
Anda que tendría pelendengues… http://cadenaser.com/emisora/2017/09/23/ser_cuenca/1506159166_464357.html
¡Por si faltaran viejos en Soria! Es lo único que abunda.