LA REVUELTA QUE VIENE
por elcantodelcuco
Mientras veía pasar las grullas esta mañana por el cielo azul, aún no contaminado del todo, de la orilla de Madrid donde vivo, me ha venido a la cabeza la trashumancia de las merinas en mi tierra, corazón de la Mesta, cuando los rebaños iban y venían por las cañadas al ritmo de las estaciones. Tan pronto como, en el otoño, soplaba el cierzo afilado y antes de que la nieve blanqueara los cerros, las ovejas emprendían la ruta de Extremadura y las grullas dejaban las frías tierras del norte de Europa y seguían, por el aire, el mismo camino, compartiendo, grullas y ovejas, la invernada en las dehesas extremeñas. Con los primeros soles de febrero, cuando florece el almendro y la mimosa, las grullas emprenden el milenario camino del regreso, adelantándose a los pastores.
Pero de un tiempo a esta parte, apenas quedan rebaños que sigan la ruta de las grullas, ese ir y venir por el aire y las cañadas en busca de alimento. Ahora el silencio y la soledad imperan en aquellas sierras azules de mi infancia pobladas de pueblos muertos. El ruidoso y obsceno guirigay de los políticos, en vísperas electorales, se parece al gru-gru de las grullas que pasan de largo sobre el desolador paisaje de la España abandonada.
No sé cuánto falta para que, como está ocurriendo en Francia, la España rural, la de “las periferias lejanas”, como la llama el pensador Alain Finkielraut, se vuelva visible. Es la perdedora de la globalización y la víctima del abandono de los poderes públicos. Se está llegando al límite de la resistencia. La resignación se acaba. Me parece que en las provincias más castigadas por la despoblación ya han encargado los chalecos amarillos. Me acaba de llegar el anuncio al móvil. Me lo transmite José Mari Carrascosa, el presidente de la Asociación de Sarnago. Copio el mensaje: “¡La Revuelta de la #EspañaVaciada ya está en marcha! “Teruel Existe” y “Soria ¡Ya!” convocamos una manifestación en Madrid el 31 de marzo a las 12 horas, a la que ya se han adherido catorce plataformas de todo el país. Vamos a exigir igualdad, cohesión y vertebración para los territorios con despoblación”. De momento se trata de hacerse visibles, después ya se verá. Personalmente no acostumbro a ir a manifestaciones. Pero esta no me la pierdo.
En Castilla la revuelta no es la revolución, pero se le parece, y si no, al tiempo. El contraste entre la obsesiva atención de los políticos y los medios de comunicación a las exigencias de la España superpoblada y el olvido casi completo de la España despoblada, empieza a ser escandaloso. Cualquier persona con dos dedos de frente sabe que el hundimiento de la España interior, la España vaciada y envejecida, depositaria central de la historia colectiva, amenaza más la vertebración nacional que la revuelta reaccionaria e inútil de los payeses y los orondos burgueses de Cataluña. Dicho de otro modo: la despoblación y el desequilibrio demográfico creciente -la pérdida de población ha escalado ya, de forma alarmante, hasta las capitales de provincia del interior y las cabeceras de comarca- tendría que ocupar en las próximas campañas electorales el primer punto de los programas y la razón primera en la decisión del voto. Los de Soria y los de Teruel ya se han puesto manos a la obra. Como dice Diderot, «la revolución que se retrasa un día quizás no se haga nunca. Apliquen el cuento a la revuelta que viene.
¡cuánto optimismo!
¡Cuánto realismo! Pero mi corazón espera, también hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.
Yo también voy a ir a la manifestación, pero no tengo esperanza de que el tema de la despoblación tenga solución. Quizá se ha dejado pasar demasiado tiempo desde el inicio del problema. En todo caso, se podrán poner algunos parches siempre que los recursos financieros vayan directamente a los pueblos sin pasar por organismos que no aportan nada, salvo nombres rimbombantes, y que son coladeros del dinero. En mi opinión, habría que empezar por hacer un inventario, a nivel de cada pueblo o comarca, de los bienes municipales disponibles para el estudio de su puesta en valor mediante cultivos agrícolas adecuados o explotación mediante ganadería tradicional apoyada por las actuales tecnologías. A nivel de propietarios particulares habría que fomentar e incentivar económicamente el cooperativismo o creación de sociedades para conseguir tamaños de explotaciones que se puedan gestionar con criterios industriales. Creo que el actual y cómodo sistema de la PAC y el tradicional individualismo de nuestros agricultores no ayuda nada en la toma de nuevas iniciativas. ¡Es mi opinión, ojalá me equivoque!
Son dudas justificadas y propuestas razonables. Gracias, José Antonio.
Allí estaremos el 31 sin duda.
Hace falta, además de recursos, voluntad. Y personas que tiren del carro. ¿Cuantos hijos de la España vacía lideran proyectos exitosos por todo el mundo? Quizá un plan de retorno para que esas personas lideren en su tierra de origen proyectos dinamizadores sería un dinero bien invertido.
Hay ejemplos. En Sigüenza se cultiva un cereal primitivo llamado Espelta, se ha creado una alianza entre un agricultor y un gestor empresarial con una trayectoria larga fuera del terruño y ahora retornado. El resultado, una empresa con varios trabajadores que fijan población y dan valor a un territorio…no es tan difícil si hay voluntad….
Ojo!, los urbanitas debemos colaborar. Tener en cuenta estos criterios cuando llenamos el carro de la compra cada día vale más que todas las manifestaciones del mundo.
Los urbanitas debemos colaborar, pero con muchísima humildad. Los verdaderos héroes son los que se quedaron en el pueblo por voluntad o por necesidad. Ellos son los importantes.
Ayer estuve en la Manifestación de Madrid para defender los pueblos de nuestra España interior que a este paso tiene pocas posibilidades de vivir con dignidad sino se da una vuelta a la situación.
Pero lo que vivimos en las calles de la capital, creo puede ser muy positivo como lo fue la presencia de gran cantidad de sorianos que dimos una sensación de unidad, responsabilidad, esfuerzo y alegría por luchar por una vida que posibilite crecer donde uno a nacido.
Allí nos juntamos muchas personas venidas de muchos pueblos de Soria con abundancia de jóvenes que en sus miradas se expresaban las ganas por vivir en sus lugares de origen.
Nosotros fuimos dos autobuses desde Zaragoza, organizados por el Centro Soriano y en el viaje leímos La Revuelta que viene que fue contestada con aplausos, petición del escrito y comentarios sobre los políticos que no han estado por la labor de apoyar el mundo rural.
Nuestra tierra merece ser tenida en cuenta. Abel, Gracias por tu mensaje.
Gracias, Luis. Como ves, en la nueva entrada del blog, que acabo de publicar cuento lo que pasó en Madrid el 31 de Marzo, una fecha para marcar en rojo.